Dirección: Darren Aronofsky
por Gad y Martín
Un éxito a la hora de bajonear a la gente, se aclamó especialmente en Requiem for a Dream que la banda sonora no incluyera canciones de Radiohead, lo cual la habría convertido en el Werther contemporáneo. La ola de suicidios producto del film de Aronofsky fue, de esta manera, mucho menor a lo posible. Con un excelente manejo de cámara, y tomas inolvidables, esta película muestra efectivamente que las drogas son malas mediante un paralelismo con las estaciones de la vida en cuatro adictos.
Escenas no aptas para amas de casa con helechos. Se recomienda ver viernes o sábados con amigos. Evitar terminantemente domingos y lunes.
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