Dirección: Emir Kusturica
por Martín
¿Que pasaría si un grupo de gitanos adictos a la cocaína y fanáticos de los 80 hiciera una película?
La respuesta es Gato negro, gato blanco, una película sobre un grupo de gitanos adictos a la cocaína y amantes del Rock.
Como Romeo y Julieta pero en Serbia/Yugoslavia, con más patos, cerdos, bandas colgadas de los árboles y escenas escatológicas que seguro harían reír a Freud (que dicen que era muy serio).
Kusturica nos invita a una montaña rusa con rieles rotos, nos hace reír, llorar, ir al baño y tomar el primer avión a los Balcanes para morir de sobredosis.
Se recomienda preparar un banquete dionisíaco, con grandes cantidades de alcohol. Si es posible, llevar armas cargadas y tirar tiros al aire (de tarde para no despertar a los vecinos).
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