The Limits of Control (2009)

The Limits of Control
Dirección: Jim Jarmusch
por Martín Chiavarino

La última de Jim Jarmush, que llevó a muchos a los límites del autocontrol, es un juego intelectual que parte de un ensayo de William Burroughs y se embarca en un viaje de referencias al cine policial a partir de la construcción de un asesino de corte oriental adicto al Tai Chi cuyo código profesional le prohíbe involucrarse sentimentalmente durante el trabajo. Isaach De Bankolé, uno de los favoritos de Jarmush, interpreta a este asesino secreto de gran presencia, llamativos trajes y pocas palabras. Con una misteriosa misión existencialista de por medio, se pasea por las calles y los museos de Madrid, Sevilla y Almería en una especie de antitour mientras se encuentra con personajes estrafalarios en los bares españoles e intercambia con ellos cajas de cerillas con mensajes cifrados numericamente. 
Ambiciosa, analítica e introspectiva, incluso molesta. Para compartir una sopa de gazpacho o incomodarse solo con un café que se enfría a medida que el ritmo de la película envuelve o expulsa la concentración.

Mary and Max (2009)

Mary and Max
Dirección: Adam Elliot
por Gad

Mary and Max, el stop-motion de la correspondencia de años de un viejo gordo newyorkino lleno de psicopatologías y una en-principio-niña de Australia que se siente fea y quiere saber de dónde salen los bebés en EEUU (¿de latas de gaseosas?). El usual proceso de encanto, idealización, conflictos y aceptación del otro y restauración en algo así como las relaciones actuales, pero con la vieja tecnología del papel y sin Skype ni MSN de por medio. Ironía, humor negro, obsesividad, literalidad (¡spoiler! la escena de la silla es genial), mimos muertos y suicidios estrambóticos de peces; grandes depresiones, abandono de menores, soledad, autismo y un final agridulce que algunos podrían considerar terroríficamente similar a Retratos de una obsesión hacen que toda la gente que ve Mary and Max diga "re linda esta película", y otros pocos afirmen que los bajoneó horrendamente superando por completo sus expectativas (para bien).
Para ver con latas de leche condensada y panchos de chocolate, o la versión gourmet de café Havanna (café con leche condensada en el fondo) y alfajores chocolatosos. O ejerzan su imaginación gastronómica en el área de lo dulce, qué tanto.

El planeta salvaje (1973)

La Planète Sauvage
Dirección: René Laloux
por Gad

La historia de la lucha por la supervivencia de los hombres como ratas (Oms) en el extraño planeta de los gigantes Draags, y de cómo al final podrían terminar destruidos ambos grupos socioculturales, económicos, biológicos, etc, viene también con competencia tecnológica, referencias a Los viajes de Gulliver, reflexiones críticas sobre la hegemonía y la fragilidad humanas, experimentaciones alteradas del tiempo y la unión new age de pathos y logos en extraños rituales de apareamiento meditados.
Ampliamente aplaudida por fanáticos de Ray Bradbury y asociaciones defensoras de animales,  La Planète Sauvage es también la reflexión/representación francesa de plenos 70s de un mundo dividido en dos y las ¿pasadas? políticas de exterminio.
Ideal para acompañar con ensalada y agua, o con una picada, cordero, brotes de soja y cortes de ballena por puro espíritu de contradicción.