Dirección: Jim Jarmusch
por Martín Chiavarino
La última de Jim Jarmush, que llevó a muchos a los límites del autocontrol, es un juego intelectual que parte de un ensayo de William Burroughs y se embarca en un viaje de referencias al cine policial a partir de la construcción de un asesino de corte oriental adicto al Tai Chi cuyo código profesional le prohíbe involucrarse sentimentalmente durante el trabajo. Isaach De Bankolé, uno de los favoritos de Jarmush, interpreta a este asesino secreto de gran presencia, llamativos trajes y pocas palabras. Con una misteriosa misión existencialista de por medio, se pasea por las calles y los museos de Madrid, Sevilla y Almería en una especie de antitour mientras se encuentra con personajes estrafalarios en los bares españoles e intercambia con ellos cajas de cerillas con mensajes cifrados numericamente.
Ambiciosa, analítica e introspectiva, incluso molesta. Para compartir una sopa de gazpacho o incomodarse solo con un café que se enfría a medida que el ritmo de la película envuelve o expulsa la concentración.