Vertigo (1958)

Vertigo
Dirección: Alfred Hitchcock
por Gad

Una película tan, tan genial, que hace que el título encarne en la misma estructura de la narración. Espiralada como pocas, Vertigo es más que la historia de un detective miedoso, un matrimonio en crisis y la obsesión por un fantasma: es la exploración del fall in love (literalmente, "caer en amor") de un tipo con miedo a las alturas; una caída en espiral que siempre que parece haber llegado a su centro, al final de la línea, da una vuelta y se amplía, repitiendo un círculo idéntico, no cerrado, y conduciendo a los protagonistas a un juego vertiginoso que, aunque finalmente acaba, deja al espectador en suspenso, con la impresión de que la desaparición de la acrofobia, finalmente acabada la caída física, no es más que el inicio de la historia.
Por si eso fuera poco, Hitchcock se anima a mezclar secuencias animadas y escenas de colores, la película tiene tomas geniales, y Kim Novak actúa muy bien.
Para ver dos veces, con uno o dos chupetines Pico Dulce.

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