Defendor (2009)

Defendor
Dirección: Peter Stebbings
por Gad
Defendor. Tiene bolitas, tiene avispas en tarritos, tiene jugo de lima, tiene un garrote de trinchera, tiene literalidad de sobra… y sabe cómo usarlos.

Defendor es el producto de leer la tradición de superhéroes y vigilantes desde Cervantes. Arthur Poppington, un hombre solo de infancia trágica con historietas y un kit de espía (que nos remite a la tradición de los vigilantes) se autobautiza como Defendor, cruza la Defendoor, se sube al camión-Defendog y sale a la noche a combatir el crimen. En su lucha contra la corrupción y el narcotráfico, recibe más palizas de las que proporciona, arruina investigaciones ajenas, se pone en peligro y es obligado a retornar a su casa una y otra vez sólo para volver a salir. Mentalmente desestimado por su entorno, su esfuerzo mueve al ficcionamiento ajeno. Consigue su Dulcinea y su Sancho no-adlátere. Hace penitencia en la Hamaca Bajo la Lluvia. Se consagra, y radios y diarios cuentan su historia. 
Por su construcción como personaje y por el ámbito en el que está inserto, Arthur Poppington se ubica en la tradición de los vigilantes que, hastiados de la desintegración social que observan cotidianamente, se arrogan el poder de emprender una lucha ambigua en la que ellos también son generadores de violencia ("¿quién vigila a los vigilantes?"). Desde una lectura más estructural, sin poderes, por puro acto de voluntad propia, con su enfrentamiento desorbitado y casi ingenuo a un conglomerado de actores que mágicamente parecen caer como producto de su intervención, Defendor termina siendo un superhéroe.
Para mirar preferentemente tras una jornada de trabajo largo, con jugo de tomate frío.


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